Cambio de Paradigma
El cambio de paradigma en la modernidad
Con el advenimiento de la modernidad, se va desarrollando una valorización distinta a la que predominó en los
contextos de alta división del trabajo en la antigüedad: el trabajo comienza a
ser visto como una actividad virtuosa. Desde este punto de vista, se
deslegitima la vagancia y la pereza.
Ya desde la Edad Media se observa una persecución al mendigo (recordemos que la pereza es uno de los 7 pecados capitales). La diferencia es que mientras en el pasado se hacía básicamente por razones morales y de administración (territorialización) con la modernidad se hace por razones estrictamente económicas: el perezoso desde este punto de vista es antieconómico y disfuncional al productivismo y la generación de riquezas.
Ya desde la Edad Media se observa una persecución al mendigo (recordemos que la pereza es uno de los 7 pecados capitales). La diferencia es que mientras en el pasado se hacía básicamente por razones morales y de administración (territorialización) con la modernidad se hace por razones estrictamente económicas: el perezoso desde este punto de vista es antieconómico y disfuncional al productivismo y la generación de riquezas.
Con el surgimiento del capitalismo industrial, el
principal impacto sobre el trabajo es la pérdida de competitividad por parte
del artesano. De esta forma, y una vez que se instaura el “factory system”, el
trabajo empieza a descomponerse, y termina subsumido a la categoría
organizadora que no es otra que la del Capital.
Por esta vía, el trabajo pasa a
ser mero factor y coste de producción. Al tiempo que se originan los
sindicatos, la economía sigue avanzando y eso tiñe al trabajo con un velo de
constante progreso de corte ilimitado.
Para Smith, ese trabajo es fuente de riqueza, como lo fue de propiedad para Locke y de productividad para Marx. El trabajo todo lo puede; pero por sobre todas las cosas todo lo logra.
Para Smith, ese trabajo es fuente de riqueza, como lo fue de propiedad para Locke y de productividad para Marx. El trabajo todo lo puede; pero por sobre todas las cosas todo lo logra.
Hegel, heredando esto de Fitche, diría que el trabajo es
paradójico, ya que sin éste el hombre no sería nada, pero mediante éste, el
hombre deja de ser lo que es originalmente.
El siglo XX, aporta
fundamentales elementos para conceptualizar el trabajo. Con Taylor, por
ejemplo, se inaugura una corriente de “organización científica del trabajo”,
que parte de una concepción antropológica según la cuál el obrero es un
holgazán, y para hacerlo productivo era menester incentivarlo económicamente,
controlarlo en sus movimientos y dirigirlo científicamente.
Algunas líneas de pensamiento actuales
Como señala Arendt, el trabajo toma importancia con el pensamiento moderno, a raíz de los avances productivos
que necesitaban una mano de obra igualmente productiva para desarrollar sus
actividades económicas.
El pensamiento filosófico y social sobre el trabajo también
ha ido acompañando esa tendencia, y hoy hemos acumulado mucho conocimiento que
nos permite una mayor comprensión de este fenómeno. A ello, debemos sumar que
el individualismo moderno piensa en el trabajo más que las visiones
naturalistas o teocéntricas del pasado. Para Battaglia, el trabajador es volcado
al mundo y logra por tal actividad transformarse él mismo:
Más adelante el propio Battaglia, insiste en que el trabajo
es “toda explanación del espíritu, en cuanto actividad, sean sus fines
meramente teóricos o, de otra forma, prácticos”. Sin embargo, tal definición
peca de excesivo idealismo; generaliza sobre manera; a tal punto que no nos
deja espacios para diferenciar el trabajo del no trabajo. ¿Qué es lo específico
del trabajo, si por él entendemos toda acción humana?
Creemos que tal posición ayuda a reivindicar el carácter
hacedor y productor del hombre, pero no podemos asimilar esos conceptos, so
pena de hacer difícil la delimitación del concepto.
Avron, por su lado plantea que el trabajo es “un plan que
pide realización, una previsión que incita al cumplimiento, una intención que
precede al acto, el interior del hombre que se exterioriza, y que gracias a esa
exteriorización, se enriquece y se reconoce”.
Si bien esta descripción puede ser compartible, olvida otras características
que las corrientes idealistas parecen no observar con detenimiento: esa
exteriorización de que nos habla Avron, ¿surge de la nada, o es producto de la
necesidad y de las limitaciones que ofrece el medio?
TRABAJO: produce
satisfacciones intrínsecas
|
TRABAJO: produce satisfacciones extrínsecas
|
El trabajo es una
experiencia enriquecedora
|
El trabajo no tiene valor
en sí mismo
|
El trabajo supone aceptar
retos personales y madura la personalidad
|
El trabajo es un medio para obtener un lucro
|
El individuo se autorealiza
en el trabajo
|
La autorealización se busca
fuera del trabajo
|
El trabajo tiene un sentido
expresivo
|
El trabajo tiene un sentido
instrumental
|
Buen bueno
ResponderBorrar